Hace unas horas, la entrada prevista para el día de hoy, un día especial, era completamente distinta a ésta.
Era una entrada llena de recuerdos bonitos, de momentos grandiosos y alegrías.
Sin embargo, la mitad de lo que ahí he escrito ahora me parece absurdo.
Y es que en realidad todo es falso.
Siempre ocurre lo mismo, dejas que entren a mirar y acaban por salir dejando roto algo.
Siempre es lo mismo. Entran, cogen lo que les interesa y sin previo aviso se largan, pensando que no hay eco y no vas a escuchar aquello que tratan de ocultar.
Y no entiendes muy bien del todo por qué.
A veces pienso que hay algo en mí que no está bien. Que no estoy hecha para esto.
Han sido ya tantas veces... que estoy cansada.
Me dedicaré a dar el cariño que me sobra a aquellos que de verdad lo quieren. A aquellos que ya estaban aquí cuando yo llegué y a los que han entrado para, espero, quedarse.
O al menos eso es lo que me demuestran cada día apenas una mano de personas, y mi perro.
El resto, los que vienen por un tiempo, mejor que se larguen antes de que abra la puerta.
Porque aquí no tienen nada más que romper.
miércoles, 23 de mayo de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)