Hace unos días, encontre unas fotos mías de hace unos cuantos años.
Concretamente, estaba en plena adolescencia.
Y me costó reconocerme.
Los recuerdos que tengo de aquella época se reducen a un puñado de momentos buenos antes de que todo comenzara a cambiar.
Como de un día para otro, mi cara se hinchó, se enrojeció y se llenó de horribles granos. Fue todo tan rápido que apenas me dio tiempo a reaccionar, y los primeros productos limpiadores que compré ni siquiera tuvieron tiempo de hacer efecto.
De hecho, ni siquiera hacían efecto.
Entonces, ir por la calle comenzó a ser incómodo. Los niños me miran y preguntan a sus madres qué es lo que me pasa. Sus madres me miran y buscan desesperadamente una manera de contestar a sus hijos sin herir tus sentimientos... pero no lo consiguen.
Los chicos se asustan cuando al piropearme por la calle se giran a mirarme la cara.
Y no digamos los compañeros de clase que no pueden apartar la vista de esa segunda cabeza que me ha salido en la barbilla.
Paseo con mi madre, que se encuentra a una amiga y me recomienda que no coma chorizo sin saber que el chorizo ni siquiera me gusta. Me miran con asco cuando como chocolate y piensan en dónde va a salirme esa tableta que estoy mascando si ni siquiera tengo sitio en el que ubicarla.
Voy al médico y no hace más que recetar una crema tras otra cada vez más cara, pero ninguna hace efecto.
Llego al primer dermatólogo de turno al que no se le ocurre otra cosa que decirme que nunca había visto algo tan gordo en una chica tan joven, y le veo sacar una reflex de alta definición para inmortalizar a mis amigos, que tanto le gustan. Pero tampoco da una solucion para despedirme de ellos. Simplemente, me receta más cremas inútiles.
Y es entonces cuando se agota la poca paciencia que me quedaba y empiezo a odiarme más de lo que ya me odiaba. Evito a toda costa ir a clase, invento estar enferma con tal de no salir, dejo de comer esas cosas que me gustan porque se supone que sólo empeorará el problema... que no tiene nada que ver con la comida.
Hasta que un dia, por fin, descubren la raiz del problema, y un año más tarde, me recetan Roaccutane.
A día de hoy, debido a aquella medicación, no puedo tomar el sol sin protección alta, el aire me corta y a la mínima variación de la temperatura mi piel se queda tirante, pero eso lo he solucionado de forma sencilla y tengo una piel limpia.
Sin embargo y pese a la cantidad de años que han pasado, no puedo despegarme de aquellas miradas, aquellas bajadas de cabeza a mi paso y las muchas preguntas incómodas, y la inseguridad y el miedo siguen ahí.
A veces, aún tengo miedo de pensar que un dia despertaré y seguiré estando como estaba, y que todo esto no es más que un sueño agradable...
domingo, 29 de enero de 2012
jueves, 19 de enero de 2012
Mañana voy a suspender un examen. Y con él, la asignatura más gorda del cuatrimestre.
No tengo claro si merece la pena ponerme a estudiar ahora, a 24 horas exactas.
Llevo casi 4 sentada en el escritorio intentando comprender, avanzar algo, pero sigo en la misma primera hoja, leyendo teorías preciosas sobre lo ideal que es todo cuando los alumnos muestran interés, de lo que se puede conseguir con el amor a lo que uno enseña y sobre lo precioso que es aprender relacionándo todo.
Me duele la cabeza, el cuello, los hombros y la garganta. Tengo frio y sueño y me siento impotente.
Porque por primera vez en lo que va de carrera siento que de verdad he intentado esforzarme y no me veo preparada. Ni un poquito.
El tiempo se me agota y ya no sé si presentarme.
Siento que no hago más que perder un tiempo precioso que podría emplear en no tirar por la borda otra asignatura, pero al mismo tiempo mi cabezonería me impide cerrar esta basura y empezar con otra.
No comprendo qué es lo que me están pidiendo. La profesora no quiere aprendizaje memorístico pero no encuentro otra manera de aprender ésto, y aun así, parece ser que tengo un agujero por el cual se va saliendo todo lo que intento retener.
Me siento inútil.
No tengo claro si merece la pena ponerme a estudiar ahora, a 24 horas exactas.
Llevo casi 4 sentada en el escritorio intentando comprender, avanzar algo, pero sigo en la misma primera hoja, leyendo teorías preciosas sobre lo ideal que es todo cuando los alumnos muestran interés, de lo que se puede conseguir con el amor a lo que uno enseña y sobre lo precioso que es aprender relacionándo todo.
Me duele la cabeza, el cuello, los hombros y la garganta. Tengo frio y sueño y me siento impotente.
Porque por primera vez en lo que va de carrera siento que de verdad he intentado esforzarme y no me veo preparada. Ni un poquito.
El tiempo se me agota y ya no sé si presentarme.
Siento que no hago más que perder un tiempo precioso que podría emplear en no tirar por la borda otra asignatura, pero al mismo tiempo mi cabezonería me impide cerrar esta basura y empezar con otra.
No comprendo qué es lo que me están pidiendo. La profesora no quiere aprendizaje memorístico pero no encuentro otra manera de aprender ésto, y aun así, parece ser que tengo un agujero por el cual se va saliendo todo lo que intento retener.
Me siento inútil.
miércoles, 11 de enero de 2012
Visión
Y entonces, al agacharme, vuelve.
La sangre derramándose sobre las teclas metálicas.
Gotita tras gotita, ensuciándolo todo, descubriendo recobecos.
El brazo temblando.
Las heridas abiertas.
La ausencia de dolor...
Aquella temporada en que nada importaba.
En que no confiaba en nadie.
En que estaba rota de una manera que nadie más que yo podía ver.
Sucia.
Usada.
Muerta.
A veces ocurre, que cuando menos te lo esperas, la caja de Pandora se abre de nuevo...
La sangre derramándose sobre las teclas metálicas.
Gotita tras gotita, ensuciándolo todo, descubriendo recobecos.
El brazo temblando.
Las heridas abiertas.
La ausencia de dolor...
Aquella temporada en que nada importaba.
En que no confiaba en nadie.
En que estaba rota de una manera que nadie más que yo podía ver.
Sucia.
Usada.
Muerta.
A veces ocurre, que cuando menos te lo esperas, la caja de Pandora se abre de nuevo...
jueves, 5 de enero de 2012
18
Y de repente ya son 18 meses.
Un montón de besos.
Otro montón de abrazos, de mimos y momentos.
Un aniversario precioso, con espuma, chocolate y una cama para perderse.
Y ver despuntar el alba desde las alturas.
Paseos al atardecer por las calles de Madrid.
Tu risa, tu sonrisa y tu ojos iluminándose cuando nos ponemos mimosos.
Perdernos en nuestra burbuja rellena de plumas.
Despertar y verte profundamente dormido a mi lado.
O que me despiertes a besos.
Pensar que levantarme cada mañana antes de que amanezca merece la pena simplemente por un beso tuyo.
Sentir que cada día importa porque tú formas parte de mi vida.
Notar cómo poco a poco las cosas son más vacías si no las comparto contigo...
Has cambiado mi vida, rompiste mis esquemas, mis cadenas y me enseñaste que podía volar muy alto. Tan alto que no pensaba que sería posible.
Y aun así, a pesar de la altura, quiero seguir subiendo contigo...
Porque te amo como nunca he amado a nadie.
Un montón de besos.
Otro montón de abrazos, de mimos y momentos.
Un aniversario precioso, con espuma, chocolate y una cama para perderse.
Y ver despuntar el alba desde las alturas.
Paseos al atardecer por las calles de Madrid.
Tu risa, tu sonrisa y tu ojos iluminándose cuando nos ponemos mimosos.
Perdernos en nuestra burbuja rellena de plumas.
Despertar y verte profundamente dormido a mi lado.
O que me despiertes a besos.
Pensar que levantarme cada mañana antes de que amanezca merece la pena simplemente por un beso tuyo.
Sentir que cada día importa porque tú formas parte de mi vida.
Notar cómo poco a poco las cosas son más vacías si no las comparto contigo...
Has cambiado mi vida, rompiste mis esquemas, mis cadenas y me enseñaste que podía volar muy alto. Tan alto que no pensaba que sería posible.
Y aun así, a pesar de la altura, quiero seguir subiendo contigo...
Porque te amo como nunca he amado a nadie.
lunes, 2 de enero de 2012
.
"Basta con que no te pongas nerviosa y ni se te nota si no estas cachonda... mientras te quepa el resto da igual"
No pude evitar sentir pena por ella. Pensar así sólo reafirma lo que dije hace unas cuantas entradas.
La conversación llegó a ese punto después de que empezara a comentar que tenía una amiga virgen a los 24 años. Se cachondeó de eso, diciendo que no comprendía por qué alguien que ligaba, que tenía a quien quisiera, seguía siendo virgen.
Decidí mantenerme en silencio.
Todo aquel que ha venido leyendo este blog sabe lo que pienso al respecto, de modo que no tengo nada más que decir...
No pude evitar sentir pena por ella. Pensar así sólo reafirma lo que dije hace unas cuantas entradas.
La conversación llegó a ese punto después de que empezara a comentar que tenía una amiga virgen a los 24 años. Se cachondeó de eso, diciendo que no comprendía por qué alguien que ligaba, que tenía a quien quisiera, seguía siendo virgen.
Decidí mantenerme en silencio.
Todo aquel que ha venido leyendo este blog sabe lo que pienso al respecto, de modo que no tengo nada más que decir...
domingo, 1 de enero de 2012
Happy 2012
Haciendo balance del año me bloqueo y no encuentro nada que decir.
No sé si eso es bueno o malo... pero puedo afirmar que el 2011 ha sido uno de los mejores años que he vivido, y por una vez en muuuucho tiempo, puedo decir con orgullo que no tengo nada de lo que me arrepienta, nada que olvidar, nada que recordar para no repetir...
Sin embargo, tengo miles de buenos momentos.
Miles de risas.
Miles de abrazos.
Miles de besos...
Un aniversario maravilloso, un amor irremplazable, unos amigos estupendos...
Sí. Sin duda, hoy se va un buen año, pero también llega otro cargado de cosas buenas y otras por determinar.
Espero que este 2012 sea tan bueno como el ya extinto 2011.
¡Feliz año nuevo a todos!
No sé si eso es bueno o malo... pero puedo afirmar que el 2011 ha sido uno de los mejores años que he vivido, y por una vez en muuuucho tiempo, puedo decir con orgullo que no tengo nada de lo que me arrepienta, nada que olvidar, nada que recordar para no repetir...
Sin embargo, tengo miles de buenos momentos.
Miles de risas.
Miles de abrazos.
Miles de besos...
Un aniversario maravilloso, un amor irremplazable, unos amigos estupendos...
Sí. Sin duda, hoy se va un buen año, pero también llega otro cargado de cosas buenas y otras por determinar.
Espero que este 2012 sea tan bueno como el ya extinto 2011.
¡Feliz año nuevo a todos!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)